viernes, marzo 14, 2008

¿Invirtiendo algunos valores?

Durante la campaña electoral, poco antes de que Solbes anulase a Pizarro en aquel debate económico, el amigo de este último y amenizador de las mañanas de la COPE, Federico Jiménez Losantos, utilizaba en su programa una fórmula retórica para ensalzar las virtudes del candidato popular: ¿A quién daría su dinero para que lo invirtiese: a Solbes o a Pizarro?. Debía creer que la respuesta era obvia para cualquiera, pero no resultaba muy convincente, le perdían, como tantas veces, sus filias y sus fobias.

Se podría decir que para acertar con las inversiones se requiere una pericia inusual, fruto de una inteligencia despierta y una larga experiencia profesional. La tendencia a creer en el Gurú de turno para cualquier cosa en la que nuestra ignorancia supere a nuestro conocimiento está justificada por la especialización, pero a poco que uno sepa de cualquier asunto termina por comprender que hay notables limitaciones impuestas al conocimiento de cualquiera, y que ninguna persona, por mucho que desarrolle sus facultades y por muy bien dotada que esté por su herencia, podrá saber más que otra en ciertas parcelas.

¿Sabe un analista de Bolsa más que un transeúnte tomado al azar sobre las inversiones más rentables?. Hay una forma de comprobarlo: ver el resultado económico de un fondo elaborado por una sociedad de inversiones y compararlo por uno diseñado por un lego.

El caso extremo sería el de una inversión regida por el puro azar. Se pone a un chimpancé con dardos frente a una pared de la que están colgadas páginas de periódico con datos bursátiles. Una vez ha terminado su juego inocente de tirar dardos contra las hojas, el chimpancé se dedica a otros menesteres sin saber que acaba de elaborar un fondo que va a competir en el mercado. Ese fondo obtendrá, tiempo después, tanta o más rentabilidad que muchos fondos preparados por sesudos profesionales del sector financiero.

También se han dejado en manos infantiles algunas inversiones, y su resultado ha asombrado a los analistas.

Ariane Meienbrock nos habla de las investigaciones que sobre el particular están realizando Andreas Ortmann y su equipo, del Instituto Max Planck. Para estos investigadores es aún más probable que la inversión sea rentable si el inversor es un ignorante que se guía por lo poco que sabe. Las empresas conocidas suelen ser la mejor opción, claro que también por ser la mejor opción son más conocidas. El caso es que experimentando con fondos con valores elegidos por "expertos" y "legos", llegaron a unos resultados que ponían en entredicho la idea de que quien más sabe de empresas y economía elige mejor en el mercado de valores. Varios probandos, divididos en cuatro grupos, dos de "expertos" (jóvenes estudiantes de económicas) y otros dos de peatones cogidos en pleno paseo, sin conocimientos de economía, "legos", crearon 4 fondos que fueron sometidos a los rigores del mercado, y contrastados con fondos de empresas del sector financiero y con fondos elaborados al azar. Y los legos, con su intuición y sus conocimientos implícitos y poco articulados, iban por delante en éxito inversor.

No hay que precipitarse a extraer conclusiones. Ariane Meienbrock nos habla de más test, realizados por revistas de economía en épocas de caída de bolsa que arrojan resultados parecidos. Sea como fuere parece claro que a la hora de tomar decisiones sobre ciertos asuntos no hay que apoyarse exclusivamente en los datos y en su análisis, que resultan manifiestamente insuficientes. A partir de un límite difícil de ubicar la decisión es un juego de dados, no una partida de ajedrez. En ámbitos de gran complejidad, siempre hay mucho de azar y de desconocimiento, y se hacen precisos la intuición, que expresa conocimientos implícitos, y pequeñas dosis de riesgo.

¿No debiéramos, a partir de estas curiosas investigaciones, extraer conclusiones de más amplio calado acerca de la vida y de la razón?.

25 comentarios:

Ijon Tichy dijo...

Es que una cosa es "saber" o "entender" de economía y otra pretender competir con Rappel.

Al respecto de las predicciones bursátiles suele decirse que hay dos tipos de economistas: Los que no saben predecir el futuro y los que no saben que no saben predecir el futuro. Obviamente, los buenos son los primeros.

Germánico dijo...

Entre el chimpacé y Rappel elijo al primero, que sé que al menos no va a intentar engañarme.

pio dijo...

Yo, eso de los chimpancés nunca me lo he acabado de creer. Pienso que solo se publicitan los experimentos que dan resultados chocantes, y además es muy importante el ciclo, alcista en general o bajista, y el plazo. Desde el 2001, con los atentatos, las bolsas en general han subido, y quien más quien menos habrá obtenido rentabilidad.

Lo jodido es estos días, y a corto plazo. Hoy por ejemplo, era una mañana tranquila con un alza sosegada, ha abierto Wall Street a la baja y todo a hacer leches. Los mercados están al filo de la navaja desde hace dos meses.

¿hace una porrita con valores del Ibex?

Germánico dijo...

Si, los medios sensacionalistas –y otros supuestamente no sensacionalistas- convierten a veces las noticias científicas en un Circo. Pero el artículo al que hago referencia menciona estudios algo más serios, contando lo del simio más como anécdota que otra cosa. Ahora bien, sigo prefiriendo el chimpancé a Rappel.

Otra cosa a la que hace referencia la autora es a experimentos de este tipo llevados a cabo en época de caídas, que seguían arrojando una ventaja de los legos frente a los expertos.

Lo más seguro es que cualquiera sabe.

¿Una porra con el IBEX?. ¡Voy corriendo a llamar a mi hijo, que seguro que elije mejor que yo!.

Ijon Tichy dijo...

A mi me quedan algunas dudas sobre el tema.

En particular, no acabo de entender el enlace al artículo ese del tal Meienbrock (quizá sea porque está en alemán). De confirmarse lo expuesto (a mayor ignorancia, mayor ganancia), creo que ni azar ni chimpancé, yo solo invertiría en un fondo seleccionado por Pepiño.

pio dijo...

A mí, que en esto se menos que el chimpancé, me gustan:

- BBVA (13,29), Banco Popular (10,84)

- ACS (33,62) SAcyr (19,30). Dicen que el Gobierno va a sacar mucha obra pública para compensar la bajada de vivienda.

- Abengoa (21,59)

De aquí a 8 meses a ver si me acuerdo de mirar este post.

Germánico dijo...

No es que yo sepa Alemán, precisamente, Ijon. Lo he leído en la versión española. Pero por cortesía a la autora he enlazado el artículo original.

Ya estoy pensando en la publicidad del negocio:

Pepino Sociedad de Inversiones. No encontrará tontos con más suerte.

Jinete, si alguna vez tengo dinero prometo escuchar tus sugerencias sobre dónde invertirlo. Espero que no las hayas meditado demasiado.

pio dijo...

Ahora veo lo de épocas de caida. Me había precipitado. En fin, no sé, supongo que tiene que ver con lo de la Teoría del Caos, son cosas que se me escapan.

No os burleis de Pepiño, que el va sacandole a ZP las campañas para "alante". Ande yo caliente ....

Germánico dijo...

Así está el tío, que canta a la alegría.

Ijon Tichy dijo...

La idea de la sociedad de inversiones es buena Germánico, aunque no convenza del todo al Jinete.

Quizá cambie de opinión con algún argumento de peso. A ver qué se me ocurre...

Germánico dijo...

¿Un argumento de peso?....¿Cristina Almeida?....

Ijon Tichy dijo...

Jejeje, no.

La foto de arriba.

Ijon Tichy dijo...

Dejando a un lado el cachondeo (lo sé, lo sé, una vez que apareció Pepiño en la conversación eso es cuasi imposible), debo decir que estoy más que de acuerdo con lo indicado en el penúltimo párrafo.

En situaciones complejas con multitud de factores intervinientes y un conocimiento parcial de muchos de ellos, es mucho más útil una buena intuición que un cálculo detallado. Tengo algunas anécdotas profesionales jugosas e ilustrativas al respecto.

Germánico dijo...

Pues vete contándolas, y si son muy extensas haces un post.

Ijon Tichy dijo...

Quizá mejor lo cuento aparte (no ahora) porque tiene relación con lo expuesto, pero con matices.

Lino Moinelo dijo...

La economía de mercado es un sistema caotico que no se puede predecir como habitualmente. Hay matemáticos que intentan encontrar algo llamado "atractores" y pautas que existen en los sistemas caoticos, pero nada.

Los economistas utilizan truquitos conocidos para sus quehaceres. Dicen que si escoges una bolsa de valores variada, incluso al azar (efectivamente, más o menos como lo del mono), lo normal es que a la larga acabes ganado siempre. Pero yo no lo he intentado. Que conste.

Saludos

Lino Moinelo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ijon Tichy dijo...

En efecto, Lino, si repartes la inversión, lo normal es que al cabo de muchos años ganes un poco más que la remuneración media a plazo fijo. Puedes ganar todavía más eligiendo tan solo algunos valores determinados, pero con más riesgo.

Personalmente, puestos a arriesgar, prefiero la primitiva, que tiene mucho riesgo pero es lo único que te puede sacar de pobre.

Germánico dijo...

Yo más que caótico lo defino como complejo, Lino, dado que los sistemas complejos son algo ni enteramente ordenado ni enteramente azaroso. En lo que tienen de ordenado pueden clasificarse como sistemas, están integrados por una serie de relaciones tipo relativamente predecibles, o al menos por un conjunto de regularidades estadísticas. Pero la predicción exacta no es posible, y la aproximada sólamente si se da un ceteris paribus que deja fuera muchas variables potencialmente relevantes.

Otra cosa que sucede con sistemas complejos es que su cambio de estado puede dar al traste con las predicciones realizadas en virtud del estado original. Y para un cambio de estado (entendiendo por tal un cambio que se de en alguna de las regularidades) basta a veces el aleteo de una mariposa. ¿Caos?. No mientras haya regularidades troncales. Y en economía yo diría que las hay.

La primitiva, Ijon, apenas supone desembolso (salvo que uno sea un enfermo del juego), así que el riesgo no es tal, dada la magnitud nada riesgosa de lo arriesgado.

Lino Moinelo dijo...

Estimado Germánico, los sistemas complejos no son algo distinto necesariamente de los caoticos.

De hecho , un sistema caotico no significa que no tenga pautas, o que ocurre es que estas son muy dificiles de calcular.

Para ello hay que utilizar una teoria matematica creada al efecto llamada Caos determinista, tratando de forma especial estos sistemas.

Con el caos determinista siguen siendo impredecibles, pero se pueden descubrir o predecir algunas partes, como ciertas pautas. Los fractales por ejemplo son un ejemplo de sistema caotico impredecible pero que sigue unas pautas perfectamente observables.

Bueno, en realidad cre que decimos lo mismo pero de forma distinta.

Saludos

Germánico dijo...

Yo diría que el azar, Lino, toma solamente formas posibles, dentro de las limitaciones impuestas por las propiedades de la materia. Por supuesto se descarta el propósito, introducido por la necesidad biológica, pero a alguna necesidad obedece. El estudio del caos debe de ser apasionante, y sus matemáticas tan “complejas” (léase en una acepción diferente) que imagino que los matemáticos habrán delegado en los potentes ordenadores sus cálculos. Pero cuando yo pienso en sistemas complejos, al menos en el caso que trato aquí, pienso en sistemas suprabiológicos, en los que se presumen como partes activas agentes dotados de intención, de necesidad biológica, en interacción social y ecológica, es decir, en interacción entre sí y con el medio físico. Por supuesto es una abstracción. También hay dentro de estos sistemas complejos elementos de caos, sin duda. Pero si a lo que nos referimos es a la impredecibilidad, y, para ser aún más exactos, a la impredecibilidad como algo significativo, diferenciar caos de complejidad me parece pertinente. El caos sería esencialmente impredecible y con un orden, si lo tiene, en cualquier caso no significativo, mientras que en los sistemas complejos la impredecibilidad se debería en parte al mismo caos y en parte a la incapacidad del predictor, puesto que en ellos existe un orden mayor, y, en cierto modo, un orden creado y autoregulado (y en el caso humano creado en parte conscientemente). Aquí podemos acabar, si nos despistamos, en el Principio de Incertidumbre de Heisenberg.

Pero después de esta parrafada ininteligible me gustaría ser más simple. Lo que he escrito es una mezcla de orden y desorden de la que tu mente extraerá un significado más o menos concreto (dentro de lo abstracto). Si hubiera puesto palabras al azar estas serían igualmente palabras, ordenadas en líneas, pero serían caos. Mi rollo es complejidad, las palabras puestas estocásticamente caos.

Lino Moinelo dijo...

La palabras nos están tendiendo una pequeña trampa, como muchas veces ocurre (en las mejores familias)

El término "caos" tiene connotaciones digamos que "negativas", pero al menos matematicamente, no es equivalente a desorden.

Es simplemente que estos sistemas, obedecen a unas "leyes" distintas y en algunos casos verdaderamente sorprendentes.
Todo lo contrario, el caos está perfectamente ordenado, pero de una forma impredecible.

Y al decir impredecible, me refiero a que ni siquiera los ordenadores lo pueden hacer, ya que las funciones resultantes toman valores entre -infinito y +infinito en apenas un "infinitesimo" (pequeño) avance en el otro eje de coordenadas.

Hay mucho campo y es muy interesante, pero el tiempo es ... finito (que no delgado).

Saludos

Germánico dijo...

Cada palabra es una trampa, o, como decía Nietzsche, cada palabra es un prejuicio. Un poco exagerado pero algo hay de eso. Hay, en efecto, un “mundo de las palabras”. Pinker le dedica su último libro a tratar de descifrar sus claves. Hay en ello una gran complejidad, en el sentido que yo pretendo darle, preñada de sentidos y significados. Lo del desorden va por grados. Por eso yo digo que sistema complejo es distinto de caos o, si se apura, de “sistema caótico” (esto último algunos puristas lo consideraría una contradicción en los términos). Gerald Edelman, en su Universo de la conciencia, escrito con Tononi, habla de la complejidad y el caos en el ámbito que él estudia ahora, el del cerebro. Creo que es un ámbito adecuado por eso de que es el cerebro el órgano complejo por excelencia. Según Edelman, si una población de neuronas dispara sin un patrón o patrones definidos, lo hace caóticamente, creando un ruido neural ininteligible. En el otro extremo estarían las neuronas que disparan al unísono, de forma sincrónica y totalmente ordenada, que no aportan información alguna. Y en un término intermedio estarían esas poblaciones en las que se dispararían las neuronas por subpoblaciones que formarían patrones diversos. Distintos grupos dispararían en distintos momentos y con distinto orden y crearían la conciencia, los qualia. Habría un orden, pues cada qualia estaría asociado a una determinada configuración de disparos, grosso modo, pero también un elemento de desorden, pues cada estado de conciencia sería ligeramente distinto al anterior de su estilo y por supuesto distinto a estados de conciencia muy distintamente configurados.

pio dijo...

Para llorar:

2 de Abril.

Abengoa: 23,20
ACS: 36,96
Banco Popular: 12,09
BBVA : 14,79
Sacyr: 23,75

Germánico dijo...

Joer, Jinete, mi chimpancé acertó todas las tiradas de dardo!!!