miércoles, abril 18, 2007

Mirando hacia atrás sin ira

El amigo Teodoro nos mete en un embolao (meme, lo llaman) del que procuraremos salir lo más airosos posible. A ello:

Hace diez años: Que puntería. Haciendo cálculos, resulta que en Abril del 97 acabábamos de concluir la mudanza de nuestra última vivienda en alquiler a la primera en propiedad. Como "teniamos pocas cosas" (eso parecía), nos apañamos abusando de las amistades, especialmente de A. cuyo hermano tenía una fregoneta de buen tamaño. Al concluir era semana santa, así que dejamos las cajas y los bultos desperdigados y nos fuimos de vacaciones. Hubo una habitación en la que las cajas y bultos duraron más de un año, para desesperación de mi pareja. A los que hayan vivido una mudanza, no les digo nada. A los que no, recordarles que según un proverbio chino, una mudanza equivale a dos incendios. En cuanto al curro, no hace mucho que había vuelto a la empresa en la que todavía sigo. No recuerdo nada reseñable de por entonces.

Hace cinco años: En Abril de 2.002 estaba currando en un pueblo manchego dirigiendo la puesta en marcha de una novedosa central eléctrica. Probablemente la etapa laboral más agobiante que haya tenido. El stress me salía por las orejas y acabé físicamente resentido por las jornadas interminables durante 6 ó 7 días a la semana. Vida personal: Inexistente.

Hace un año: Desde navidades del 2.005, el sector (energías renovables) está muy parado (en la práctica, no en las bocazas de políticos y ecolojetas), pues circulan borradores con cambios en la legislación que comprometen o favorecerían la viabilidad de los proyectos. A falta de trabajos reales, por suerte abundan los estudios y comienzo a investigar las posibilidades de nuevas formas de aprovechar la energía solar. Vida personal: confortable y rutinaria.

Ayer: Continua sin salir la legislación que se anunciaba un año atrás así que el sector (en la práctica, repetimos) sigue parado. Afortunadamente en la empresa las cosas no van mal, pero a base de tener al 90% del personal ocupado en proyectos en el extranjero. Quitando alguna labor ocasional de apagafuegos, yo sigo con mis investigaciones. Ayer fue un día tranquilo. Vida personal, sin cambios.

Hoy: Un poco más de movimiento pues estoy enviando a un cliente un estudio que acabo de concluir. Luego, toca poner lavadora. Espero que funcione.

Cinco canciones que me sé la letra: Me aprendo letras de canciones con gran facilidad. Y puedo recordarlas después de años sin oirlas. Venga, van cinco ejemplos, de producto nacional, eso sí: Ayatollah! (Siniestro Total, de sus primeros discos, creo que me las sé todas); Buena Chica (Secretos, de Enrique Urquijo podía poner cualquiera); Nuclear sí (Aviador DRO, jeje); Jesucristo García (Extremoduro, de lo mejor de los últimos años); Chica de ayer (Nacha Pop, ésta la comparto con Teodoro y si hace falta nos marcamos un dueto).

Cinco lugares ideales para visitar: Que desconozca, muchos, pero luego igual no son tan ideales, así que me limitaré a lo conocido: Isla de la Gomera (u otra de las Canarias), Isla de Sao Miguel (Azores), Salamanca, Washington, Estocolmo.

Cinco comidas: Jaja, aquí si que acabaría primero poniendo cinco que no me gusten. Venga: Paella (amb garrofó, millor), Cocido (madrileño, pero también montañés o puchero canario), Cochinillo asado (festín de grasa), Croquetas (mejor, las mías), Fabes con almejas.

Cinco juguetes favoritos: Lamentablemente juguetes no gasto. Juegos, en todo caso y menos de lo que me gustaría. La pocha (pese a quien pese, el juego de cartas más inteligente); Risk; Monopoly; Wargames (en especial le dediqué muchas horas a uno basado en el desembarco aliado en Sicilia); bueno, y aunque no use consolas, si pillo un Tetris puedo engancharme.

A estas alturas es difícil reenviarlo. Si alguien pasa por aquí y lo quiere, que lo haga suyo. Prometemos no chivarnos a la SGAE.

25 comentarios:

Germánico dijo...

Hace diez años:

No había finalizado aún mis estudios de economía, pero estaba en ello (¿quién tuvo la errónea idea de que yo pudiera haber sido un buen estudiante?). Me aterraba la perspectiva de lanzarme al mundo, especialmente el laboral. Poco después descubriría cuan justificado era mi temor, y mucho después cuan injustificado.

Leía vorazmente una mezcla de modernidad decadente y antigüedad clásica.

Hace cinco años:

Me casé y empecé a trabajar en el Dpto. de Administración de mi actual empresa. Hasta entonces había sido comercial. Por fin las cuentas claras y el chocolate espeso. Me vine a vivir a la Sierra, lejos del mundanal ruido, de ese fragor de batalla diario de la inconmensurable ciudad. Descubrí la biología. Mi vida dio un giro de 180 grados en todos los sentidos.

Hace un año:

Ya padre, desde hacía otro año, llevando una vida tranquila dedicada a la contemplación, el trabajo sobrio y tranquilo, el amor conyuga, paseos, lecturas, amigos, cervecitas y a comerme el tarro (as usual), lo último de lo cual se traduce en un blog, primero el de Eterno Retorno, más castigador, luego este.

Ayer:

De baja por un esguince, encerrado en casa, pero con mi alma volando por la red, ese universo.

Hoy:

No soy feliz solamente porque la felicidad no existe, sino me podría considerar tal, tras pasar una depresión (igual que uno siente placer al superar un dolor de muelas).

Mi pie se recupera y mañana, con un poco de suerte, me darán el alta para que me reincorpore al trabajo y vuelva a sufrir con regocijo el placer desagradable de sacar asuntos adelante y poner el mundo en orden (aunque ese orden sea una ficción conveniente).



Cinco canciones de las que me sé la letra:

Yesterday (Beatles), Sitting on the dock of the bay (Otis Redding), The end (de los Doors), We want the airwaves (Ramones), y las mías (todas; y son más de cien).


Cinco lugares ideales para visitar:

Grecia, Roma, EEUU, India, China….

Cinco comidas

Canelones (de mi mujer), berenjenas rellenas (de mi suegra), croquetas (de mi madre), arroces (en general), pasta (en general…).


Cinco “juguetes” favoritos:

Ajedrez, Internet, mi hijo y sus soliloquios desternillantes, los libros (sí, los manoseo y los llevo de un lado a otro como un niño a su juguete favorito), mi guitarra.

Como ya lo hicieron o están en proceso, para asegurarme de que me corresponderán por anticipado, se lo mando a Lebeche, a Juan Pablo, a Mavi y a…Ijon.

¡Uy, pero si Ijon ya ha respondido!. ¿Dónde tengo la cabeza?....¿pero es que acaso la tengo?.

Ijon Tichy dijo...

Jeje, me adelanté haciendo los deberes...

Ingrato el trabajo comercial, hay que valer para ello.

Germánico dijo...

En mi empresa era además por aquel entonces, junto con la gestión de cobros, una patata caliente que le caía...¿adivinas a quién?.....pues eso, al pringao de turno, esto es, al jovencito imberbe, al efebo, al que está muy verde, al novato.

Carlos Paredes Leví dijo...

A mí, el cochinillo me encanta pero como se preparaba en Argentina: un poco más grande que el de aqúi (tiene más grasa y resulta más sabroso), y asado con un aderezo de ají molido, vino blanco y aceite de oliva.
Frío, también está riquísimo.
Coincido en el resto de los platos.

Anónimo dijo...

Muy bien muchachos, me ha gustado esta forma de conocernos, la forma de mentir. je
En particular Tichy, no conozco ninguna de las canciones tuyas!, han sido editadas ya?.
Y con lo de la lavadora, ¿has oído hablar de Murphy?
Gérman, 100 canciones compuestas? y cómo es que te ha quedado tiempo para hacer un hijo? (hermoso por cierto).
¿El mundo en orden? Píde aumento de sueldo!

Lebeche dijo...

Ijon: Yo, en doce años diez mudanzas... es decir, veinte incendios. Jajajaja. Y sigo vivo. Jajajaja. Muy bueno el proverbio chino.
lo de las cajas en un cuarto durante 1 años me suena muchísimo.

Anónimo dijo...

Hey yo también tengo diez mudanzas! somos casi nómades (o hippies).

Lebeche dijo...

Es una sensación extraña, ¿verdad Juanpa?. Yo ya estoy deseando poner el huevo. Creo que estoy empezando a merecerlo.

Hermánico: A ti no te comento nada porque es como si te conociera de toda la vida :) Casi todo lo que cuentas me suena, incluso más que los de las cajas de la muzanda.

Ijon Tichy dijo...

Bueno Carlos, aquí el cochinillo es pequeño en los buenos sitios, que en otros te ponen cochinote. Efectivamente, si es más grande, le tienes que añadir vino y especias, pero cuando es pequeño de verdad, agua y sal.

Juan Pablo, no es que no hayan sido editadas aun. Es que lo fueron hace mucho y vos tenés o poca edad o poca memoria.

Tienes razón en lo de las cien canciones. Al amigo Germánico siempre le será posible cambiar de oficio y dedicarse a letrista de grupos con buen marketing y escaso talento compositor.

Lebeche, tú es que te dejas las cajas a posta preparadas para la próxima mudanza.

(pd. la lavadora funcionó)

Anónimo dijo...

Qué bien, al final lo hemos hecho todos no??, y aún me dice JuanPa que se lo mande a alguien, ¿a quién??

Germánico dijo...

Mavi,

No dijiste nada de la canción....uummm, presiento que no te gustó.

¿Ves? ¡Te lo dije!....cuanto más te ilusionases más te decepcionarías.

Ijon Tichy dijo...

A ver Mavi, tú que vives por allí (Lebeche también puede opinar), una cuestión importante ¿la paella con garrofó o sin?

Aclaremos para los no iniciados, el garrofó es la algarroba, el tipo de judía grande que se añade a la paella huertana, no a la horterada de la paella de marisco para guiris (con esto creo que defino mi preferencia).

Anónimo dijo...

Jajaja.

Germánico no he podido opinar porque no la he podido oir, el martes me calló marroncito del jefe y me fui de la oficina antes y ayer tuve comida con la auditora y ya no volví a la ofi (aunque tuve que hacer de guía-taxi-entretenimiento hasta las 8 y media de la tarde, menos mal que con lo de la Copa del América se entretiene a los madrileños facilmente jajaja)

Ijón, sin duda alguna con garrofó, aunque sólo se vea por estas tierras valencianas. Pero he de decirte que deberías probar el arroz de pollo, conejo y caracoles hecho a la leña y ramitas de romero que es el típico de la huerta de Murcia. Te aseguro que no te acordarás del garrofó para res, jajaja

Ijon Tichy dijo...

Mavi, me encanta el arroz con conejo y caracoles. Lo comí muchas veces en un pueblo del interior de Alicante, pero pegadito a Murcia, donde también era el arroz más típico.

Es otro de los sitios por donde he andado desterrado trabajando. Por cierto, tengo una anécdota buenísima sobre ese arroz:

Resulta que estábamos en plena fase de Puesta en Marcha de una instalación y se nos echó encima el puente-acueducto de Diciembre. En esas ocasiones no hay fiestas ni nada que se le parezca, así que allí nos quedamos a currar. Como casi todos los sitios de comida iban a estar cerrados, decidimos encargar un arroz típico para el día 8 en un sitio del que éramos buenos clientes.

Puestos a tirarnos el rollo, invitamos (con cargo a la empresa, claro) a un par de guiris (austriacos en concreto) de la empresa fabricante de uno de los equipos.

Al caer en la cuenta de que en muchos países lo de comer caracoles se considera una guarrería, les preguntamos al respecto (para encargar otro arroz distinto).

Los tipos nos dijeron que no había problema así que a la hora de la comida, allá que fuimos todos a mitigar nuestras penas laborales con el arroz de marras.

Pues bien, uno de los austriacos (el más veterano y más viajado) le pegó al arroz, incluyendo el conejo, los caracoles y todo lo que hubiera por allí (regado por un buen Jumilla, claro).

El más joven en cambio, comió muy poco arroz y siempre procurando que estuviera alejado de los caracoles.

Ante la evidencia de que los bichos le producían más bien asquito, le comentamos, "pero hombre si ya te lo habiamos advertido, haberlo dicho y encargamos otra cosa".

Nos contestó que al parecer había habido un malentendido idiomático. Yo les había hablado de "yellow rice with rabbit and snails (=caracoles)" y él había entendido "yellow rice with rabbit and snake (=serpiente)".

!!El austriaco estaba dispuesto a probar la paella de serpiente, pero le daban asco los caracoles!!

Anónimo dijo...

Jajaja, que asco!!!, lo que hacen las costumbres, para nosotros un baboso caracol es tan apetitoso mientras que otros prefieren comer serpientes, jajaja.

Germánico dijo...

Y pensar que los vietnaminas se comen cucarachas vivas....

Ijon Tichy dijo...

Bueno lo de comerlas vivas ya es más desagradable, pero lo otro es una mera cuestión cultural.

Yo siempre imagino el hambre que tenía que pasar el primer tío que se comió un percebe...y lo ricos que están.

Anónimo dijo...

Oh Dios mío Germánico, por ahí sí que no paso, bicho más repugnante no lo he visto!!!

Germánico dijo...

Recuerdo una escena de Papillon con Steve McQueen en la cárcel, tirado en una celda fría, húmeda, oscura, sucia, estrecha....muerto de hambre acaba por zamparse una cucaracha.

Anónimo dijo...

Supongo que las circunstancias cambian muchas cosas, pero ojalá nunca tenga que verme obligada a ello, por Dios! (o Alá, o cualquier otro)

Germánico dijo...

Mavi, ¿sabes que hay peor que encontrar una cucaracha en el yogurt?.....

....encontrar media.

Lebeche dijo...

Jajajaja. Ese último chiste ha estado muy bien. Jajajaja

Germánico dijo...

Te lo dedico, Lebeche.

Creí que lo sabías. De hecho creí que me lo habías contado tú.

Lebeche dijo...

Es probable pero ya sabes como tengo la cabeza... Lo bueno es puedes oir trescientas veces el mismo chiste y reirte trescientas veces :)

Ijon Tichy dijo...

Jeje. Yo lo había oído mordiendo una manzana y encontrando medio gusano.