viernes, abril 25, 2008

Misántropo


Realmente llegué a convencerme de que me caían bien todos aquellos tipos, y les trataba siempre con una mezcla de reverencia cortés e ironía. Como eran suficientemente inteligentes y astutos la clave estaba en no caer en ningún extremo con ellos, y en fingir las emociones. Todo aparente entusiasmo había que camuflarlo con un aparente desprecio. Tenía que hacerles creer que les apreciaba bastante, para lograr ser apreciado por ellos, o al menos obtener su correspondiente comedia de aprecio -que ante otros podía siempre hacerse valer, en caso de necesidad-, y tenía que hacerlo de forma tal que pensaran que era auténtico, y que era algo que trataba de disimular con bromas consistentes en críticas e insultos sutiles.

Pero cuando me despidieron todo aquello se derrumbó, como un castillo de naipes, y comprendí que solamente había estado jugando al juego social para obtener los medios de subsistencia y que, además, ni siquiera lo había hecho bien. En el fondo de mi alma les encontraba míseros y superficiales. Jamás volví a verlos, ni a interesarme por ellos, a pesar de que, al despedirme, quedé en mantener el contacto.

¡Que hipocresía tan necesaria!. ¿Cómo iba a mandarles a la mierda?. ¿Quién me dice a mi que en un futuro no iba a volverse, un arrebato así, en mi contra?. Tenía que seguir fingiendo, en otro lugar y otro tiempo, para mantenerme a flote en la vida.

12 comentarios:

Carlos Paredes Leví dijo...

Me trajo a la memoria un gran tango: "Camouflage". Las nostalgias me acuden casi siempre a lomos de un tanto, y también algunas de mis ideas más lúcidas.
Un saludo, Maestro.

Anónimo dijo...

Por lo menos te indemnizarían en la cuantía legal, no?

A mí me pasa muchas veces con funcionarios, los mandarías a la mierda, pero como los tienes que ver todos los días.

Juan Pablo dijo...

Obsecuencia de supervivencia. Que feo. Yo trabajo en un ministerio y lo veo cada hora. Lo detesto, pero entiendo que para muchos sea parte del juego.

Gérman, te pido disculpas por interrumpir éste tu post, pero:

FELIZ CUMPLEAÑOS TICHYYYYYYYYY!!!!!

A ver si este año te ponés las pilas y compartís un poco más tus pensamientos con tus amigos blogueros!.
Un abrazo y felicidades.

Germánico dijo...

Tengo la sensación, Carlos, de que mi personaje debe en parte su lucidez a su fracaso, ya que confiesa, de entrada: "Realmente llegué a convencerme de que me caían bien todos aquellos tipos".

Jinete, no lo había pensado, pero lo de la cuantía de la indemnización seguro que también tuvo su importancia.

Seguro que los funcionarios también te detestan a ti, por eso de que les das trabajo!!

Juan Pablo, todos jugamos un poco a ese juego, con mayor o menor consciencia. Yo soy partidario de quien es plenamente consciente y se rebela contra el mismo.

¿Con que el cumple de Ijon, eh????.....pues a ver cuando vuelve de su viaje romántico. Espero que para entonces lea estos comentarios.

FELICIDADES

Carlos Paredes Leví dijo...

Me sumo en las felicitaciones al gran Ijon....

Anónimo dijo...

Súmome yo tambíén: Felicidades Ijon.

(Y buen fin de semana a todos)

La Mamba dijo...

Creo que todos tenemos dos caras. Una la que sacamos para guardar las apariencias y otra la que solo conocen unos pocos.

El otro día precisamente estuve hablando con el Coronel de este tema. Todos tenemos dos personalidades una la adquirida y otra la propia. Es curioso ver como una persona por ejemplo insegura, con complejos físicos, es capaz de arrasar en los negocios, de trasmitir seguridad en las reuniones con sus clientes y de cara a sus empleados. Pero cuando llega a casa se quita el disfraz y aparece la personalidad propia, el verdadero yo.

Somos unos camaleones, la especie que ha sobrevivido y evolucionado. Será por nuestra capacidad de adaptación. Digo yo.

Germánico dijo...

Mamba,

Yo creo que dos son pocas caras...

Un beso.

La Mamba dijo...

jejejeje.................

Ijon Tichy dijo...

Muchas gracias a todos y en especial a Juanpa el memorioso, jejeje.

Martín Garrido Ramis dijo...

tienes un blog más que interesante.
felicitaciones.

Germánico dijo...

Gracias, Martín. El blog cerró sus puertas hace ya algún tiempo, pero por ahí seguimos.

Salu2