lunes, julio 23, 2007

El Don ha muerto



Entre todos los panegíricos, ditirambos y hagiografías que estamos soportando estos días tras la muerte de Jesús Polanco (a) Jesús del Gran Poder, se ha escapado alguna nota discordante recordando sus orígenes franquistas o la maniobra mediante la cual defenestró al infeliz juez (Gómez de Liaño) que osó cruzarse en su camino.

No obstante, se echa en falta (salvo error u omisión) un episodio a mi juicio tremendamente significativo para comprender hasta que punto PRISA y el PSOE han sido durante muchos años un ente de poder indisolublemente unido (el famoso PRISOE) y quien era el que mandaba en tal ente.

Recordemos que la victoria electoral de Aznar en el 96 conllevó la derrota de González y la desaparición de éste de la escena política activa. El PSOE decidió dar ejemplo de democracia interna (eso dijeron) para elegir el sustituto, que no debía ser otro que aquél ya designado por la ejecutiva como candidato oficial, Joaquín Almunia. Pero hubo un candidato respondón, ¿alguien se acuerda? En efecto, José Borrell se presento a tales primarias y, fuera por meritos propios, fuera por demeritos de Almunia (demasiado asociado por las bases a los asuntillos aquéllos del robo y la corrupción generalizados y la cal viva como método justiciero), se alzó con la victoria.

Borrell fue oficialmente proclamado futuro candidato a presidente por el PSOE a regañadientes, pero, resulta que en 1.999, el diario El País (cuyo silencio había sido clamoroso ante los innumerables casos de corrupción felipista) comenzó a publicar noticias (avisos de capo mafioso, diría algún malpensado) sobre presuntas irregularidades (unos cientos de millones de nada) en la Agencia Tributaria cuando el señor Borrell fue Secretario de Estado de Hacienda en los gobiernos de González relacionándole con un choricete sociata (uno más), un tal Huguet, entonces su subordinado.

La dimisión de Borrell siguió de inmediato a las revelaciones de El País y Almunia pasó a ser Secretario General y candidato en el 2.000 sin pasar por un nuevo paripé.

El capo estuvo generoso ante la rapidez con que Borrell se achantó y las revelaciones cesaron. Huguet, Aguiar y algún subordinado se comieron el marrón y unos añitos después Borrell fue nº 1 por el PSOE a las elecciones europeas. ¿Era corrupto para ser Secretario General y no lo era para ser nº 1 en la lista europea?

La conclusión lógica sería que el grado de corrupción de Borrell carecía de importancia. Su pecado fue intentar ir más allá de lo que el PRISOE le tenía reservado y el capo le puso en su sitio.

7 comentarios:

Germánico dijo...

Una maquinaria omnímoda de poder: eso es lo que ha sido, es y será el grupo PRISOE.

Don Polankone ha muerto, pero su monstruo parasitario sigue vivo y con buena salud, a costa, naturalmente, de la salud de su anfitrión, Expaña.

Ijon Tichy dijo...

No sé si es un comentario apócrifo, pero dicen que Zapatero estuvo a punto de correr la suerte de Borrell. Tras la sorpresa que supuso la no elección de Bono, parece que Polanco habló de ZP así: "Éste no me resiste dos editoriales de El País".

No obstante, el capo le dio un margen de confianza y, según lo visto, ZP no le defraudo.

Una lástima.

Freman dijo...

Dicen también que los dos principitos (los hijos de Polanco, quiero decir, por supuesto) no se mueven por las mismas coordenadas ideológicas del padre. En las dictaduras más crueles, si no se espera sublevación, se mira con esperanza la posibilidad de una "revolución por arriba".

Ijon Tichy dijo...

Bueno, todo es posible. Al fin y al cabo PRISA es socio mayoritario del PSOE pero también tiene acciones en el PP. Se les reconoce por los altos puestos en las listas de "políticos más valorados".

Un saludo, Freman.

Carlos Paredes Leví dijo...

"Murió un defensor de las libertades en este país" repitieron, estos días, con rutina de pagagayo los paniaguados del magnate. Ya se sabe que, al morir todos somos buenos y más si se es un hombre poderoso al que tanto deben favores.
El se fue pero sus monstruos (Gabilondo, G. Nierga, y una gran legión) continúan sembrando sus falacias.
Un saludo, IJon.

Carlos Paredes Leví dijo...

El que seguro que no estuvo en el entierro del capo fue Pedro Zerolo. Me comentan que salió disparado hacia Teherán para exigir, a los ayatolas, que cesen inmediatamente las ejecuciones de homosexuales.
Es lo que tienen estos progres, cojones de sobra para ir a dar la cara donde haga falta.

Ijon Tichy dijo...

Si de algo era enemigo Polanco es de la libertad.....de mercado.

Un buen ejemplo de milmillonario que amasa su fortuna basándose en el monopolio, el oligopolio y la compra-venta de favores, pasándose el mercado libre por el forro.

Un ejemplo de libro de plusvalías ilícitas cimentadas en el trato de favor.

¿Se sabe si Zerolo ha ido a Teherán con su marido?