miércoles, febrero 20, 2008

Los Nuevos Programadores

Existe una tendencia generalizada a creer (y recalco lo de “creer”), que el descubrimiento de nuevos neurotransmisores relacionados con los afectos y las emociones abre una vía para que, en un futuro, se pueda programar a las personas. Dicha programación tendría una finalidad médica, altruista o social, se haría para lograr personas más satisfechas, seguras de sí, cívicas y correctas. Un Mundo Feliz, vaya.

La idea en sí es de un racionalismo pueril, y obedece a una mentalidad a un tiempo cartesiana y progresista, pero es que además no tiene apoyo alguno en la evolución (en la que los que la tienen presumen apoyarse), puesto que propone diseños esquemáticos y sencillos para problemas de una complejidad inabarcable derivados, precisamente, del propio proceso evolutivo.

El diseño racional, como se puede apreciar pinchando aquí, está muy por debajo del evolutivo en cuanto a “perfección”. Y es que los caminos de la evolución son inescrutables. Obsérvese, por ejemplo, las múltiples explicaciones que se puede dar a un comportamiento aparentemente sencillo, nada que ver con nuestros complejos rituales sociales.

Los nuevos programadores pretenden dar soluciones simples a problemas sumamente complejos. No otra cosa hacían los héroes de la raza o el proletariado. Al final programar a las personas no es otra cosa, por mucho que se disfrace, que programar las sociedades de acuerdo con una idea preconcebida de cómo deben ser estas y los individuos que las forman. Ciertamente hay conductas extremas que despiertan el rechazo de casi cualquier persona. Así, aquel que es incapaz de contener sus ataques de ira y supone un riesgo para los demás podría ser objeto de alguna clase de tratamiento farmacológico que hiciera el efecto de amansarlo. Domar fieras es algo deseable, si no se puede canalizar su fiereza de forma productiva y constructiva, pero puede ser el primer paso para reducir a condición servil a cualquiera. Asimismo hay que tener presente que algunos comportamientos responden a demandas biológicas irresistibles, por ejemplo la rebeldía en la adolescencia, y son pasajeros. No se puede interferir en el libre desarrollo de los organismos humanos, cuya programación ha sido elaborada por la sabiduría de los hechos –esos que nunca mienten- durante millones de años, sin causar graves estragos. La naturaleza humana es la que es por algo. Por eso, antes de meterse a manipular hay que pensar, primero de todo, qué es susceptible y qué no lo es de dicha manipulación. En cuanto a programar, que es un paso largo más allá de la manipulación, simplemente no hay conocimiento suficiente para hacerlo.

Hoy en día los fármacos del cerebro hacen bien a muchas personas afectadas de males del alma tales como la esquizofrenia, la ansiedad o la depresión. Sin embargo, y pese a lo mucho que se sabe y va sabiendo, no se tiene una idea exacta de cómo operan estos neurofármacos. Si hablar de evolución es hablar de una complejidad que excede con mucho nuestra capacidad de entendimiento, hablar de su producto estrella, el cerebro humano, no lo es menos. El hecho de que la fluoxetina incida en el proceso de recaptación de serotonina puede parecer una explicación plausible, pero es notablemente insuficiente para dar cuenta de los cambios morfológicos y funcionales del tejido cerebral en su ultraestructura y sus redes, así como de los conductuales correlativos.

“Somos química”, dicen muchos. Sí, pero una química cuya complejidad y cuyas propiedades emergentes merecen otro nombre.

Un predecesor de estos programadores fue el injustamente olvidado neurocientífico español José Manuel Rodríguez Delgado, que llegó incluso a parar en seco a un toro en plena embestida hacia su persona con sólo pulsar un botón.También este ilustre español tiene –aún vive, muy mayorcito ya- el sueño de lograr una sociedad mejor gracias a una educación basada en los conocimientos de la neurociencia. La programación clásica de los ingenieros sociales, la educación (y reeducación, ay) podría muy bien combinarse con nuevas técnicas médicas destinadas a corregir desviaciones perniciosas del ciudadano “ideal” (llamémoslo así, ya saben: progresista, ateo....). Los nuevos programadores no se muestran aún demasiado. Hasta ellos –impacientes por antonomasia (¿y cómo no lo iba a ser un programador contraevolutivo?)- necesitan su tiempo. Esperan agazapados detrás de estudios y actividades aparentemente inofensivas. Quizás ni siquiera sean conscientes del monstruo que llevan dentro ni del que pueden crear. En un futuro, si se dieran las circunstancias apropiadas, sociológicas y políticas, comenzarían a operar en pequeña escala, creyendo hacer un gran bien, y acaso haciendo alguno chiquitín, con técnicas nanotecnológicas. Luego tomarían fuerza y, en connivencia con los políticos adecuados podrían comenzar una labor de ingeniería cerebral y social de proporciones colosales y consecuencias imprevisibles pero seguramente catastróficas. ¿Suena a delirio?. Es posible. De momento sólo debemos preocuparnos de los inocuos –creo- fármacos potenciadores de la memoria o la atención que empiezan a comercializarse.

Los “ingenieros sociales” que sueñan con diseñar “hombres nuevos” con técnicas neurocientíficas son necesariamente personas que no han comprendido en absoluto la “ingeniería inversa” como enfoque evolutivo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tema de la Programacion es muy pero muy extensa, pero voy a ser lo más breve. Me atrevo a decir que más del 95% de las enfermedades físicas vienen de la mente del ser humano, por lo tanto, si tu mente está sana tu cuerpo tambien y eso lo sabe cualquier medico, pero como no es negocio para la medicina, todos callan. Para ser más claro, si usted, amigo que escribe en está pagina(por la cual lo felicito)tiene tendencia a tener problemas estomacales, pero usted no lo sabe, pues es ahí donde su mente le envía el mensaje(pautas)dandole algunas molestías, pero que hace, corre donde el médico y el como buen profesional le manda uno que otro analgésico y punto, pero usted no tomó en cuenta que su problema empezó por alguna preocupación o estres, que lo está molestando un buen tiempo. Pasa el tiempo, otra ves viene el dolorsito y otra ves va donde el médico. El resultado se vuelve un circulo y usted no ha arreglado nada y su mal sigue creciendo sin que usted se de cuenta, porque es inconsciente, pero que pasa si usted va donde un Programador verdadero, sencillamente nada, porque cuando el termine que debe ser en una sesion, usted ya no debe sentir ninguna molestía, porque la mente ya no tiene que decirle "Oye tu, ¿Que no sabes que tambien existo?". En lo referente a los farmacos que son resetados que lo único que hacen es causar más daño del bien que deberían hacer. Me pregunto ¿Acaso sabe usted amigo, la historia de la Psiquiatría? (lo puede encontrar en you tube con el mismo nombre, le advierto se va asustar) ¿Sabe cuantos casos han resuelto un Psiquiatra en toda su vida?(ninguno y dicho por ellos mismo en el documental) ¿Sabe cuantas enfermedades mentales supuestamente "descubierta" por ellos y por las cuales les pusieron sus títulos estrambóticos? (440 y creo que son un poquito más como ellos siempre le estan haciendo esfuerzo a su noble profesión) ¿Sabía que las Farmaseuticas tambien tienen las cantidades exactas en farmacos para todas esas enfermedades? (es un negocio redondo y hablo de más de 12 cifras) y por último ¿Sabe cuanto genera en utilidades un Psiquiatra para ellos? (muchisimo). Toda actitud tiene una base para que se genere, por lo tanto si una persona es muy violenta, tenga por seguro que el va a tener acción de esa forma por cierto temor a ser atacado, entonces, antes de que lo ataquen, él ataca primero, pero como todos sabemos que no estamos en epocas de los cavernícolas, lo único que puede hacer es tener esa actitud de violencia. con dos o tres horas en mi consultorio lo dejo como una buena persona, claro que eso no es manipular, eso se llama cambio de actitud. Pero si igual quieren llamarlo manipulación !Que carajo! funciona, para el bien y no para el mal y peor, no es lucrativo, porque él ya no regresa, al menos por lo mismo no. Lamentablemente, los buenos profesionales no hacen tanta fortuna como los mediocres, porque ellos lo van a tener a los pacientes dando las vueltas por lo menos unas 5 u 8 veces, cobrandoles cantidades de 300 a 500 dólares por consulta. Todo lo que está escrito es comprobable, al menos en lo que refiere a lo físico, son experiencias mías, inclusive funciona con cancer. Si desean hacerme alguna pregunta, lo pueden hacer por medio del mismo blog, que con mucho gusto los atiendo.