Este verano tuve que ejercer de mediador en una disputa conyugal entre mis vecinos E. y P. Como algunos sabéis y otros suponéis, no soy psicólogo, asistente social, abogado ni nada parecido, pero es que el mótivo de la disputa era un asunto trésnico. En concreto, cual es la temperatura adecuada para el ajuste del mando a distancia en un parato de aire acondicionado. Cuestión ésta aparentemente baladí, pero recordemos que según los estudios estadísticos del profesor Franz de Copenhague, en Europa, el 87% de los divorcios obedecen a disputas relativas a los mandos a distancia.
E. indicaba que él lo ajustaba a 24ºC, y P. se quejaba de que se moría de frío y le parecía patético tener que ponerse una chaquetilla en pleno Agosto (ya sabemos que este verano, a pesar del cambio climático -pero seguro que también por su culpa-, no ha hecho mucho calor, pero en fin, andar en manga corta ha sido lo normal).
E. decía que él así estaba fresquito y que no estaba ni mucho menos, poniendo el control demasiado frío. Argumentaba, no falto de razón, que en los anuncios de la tele, el gobierno de España recomendaba esa temperatura y además indicaba que así se ahorraba energía (¿recordáis la campaña en TV y prensa?) y tal y tal.
Tuve que recordar a E. que, afortunadamente y en este caso concreto, la cifra dada por el gobierno era una recomendación y no una imposición. Y que tratándose de un gobierno donde para ser ministro de Industría el único requisito es el lugar de nacimiento, sin importar, no ya la preparación académica sino al menos distinguir un Watio de un Voltio, mejor passar de tal recomendación.
Vamos, que P. tenía toda la razón, y que mejor pusiera el mando a 26ºC (ó 27). Así no iba a tener calor, pero tampoco iba a necesitar chaquetilla, sus gargantas no sufrirían y la factura de la luz les iba a doler menos.
La cuestión es: ¿por qué las preclaras mentes del Ministerio de Industria, y en concreto los chicos del IDAE han decidido que 24ºC es la temperatura adecuada?
Ah, que es una medida novedosa para ahorrar energía y eso. Pues bien, vamos hacia atrás.
Resulta que uno, hace ya unos añitos, trabajó en el campo de la climatización y recordaba que la temperatura interior de diseño normalmente aplicable era 25ºC. Buscando antiguos papeles, he encontrado la norma entonces vigente, el Real Decreto 1618/1980 por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones con el fin de racionalizar su consumo energético y la Orden de julio de 1981 en la que se aprueban las Instrucciones Técnicas Complementarias para desarrollar dicho Reglamento.
(Nótese, 1.980-81, todavía gobernaba la UCD de Suárez y no se había descubierto el cambio climático ni la maldad del CO2)
Bien, pues en la Instrucción 04 "Exigencias de Rendimiento y Ahorro de Energía" se indica "Para los locales refrigerados, la tempertura media interior no será nunca inferior a 25ºC....". Menudo avance, pues, andar a estas alturas tirándose el rollo ecológico a base de recomendar una temperatura más fría (y por tanto, que ocasiona mayor gasto energético) que la que estaba marcada hace 25 años.
Y además, todo para conseguir que te tengas que poner una chaqueta o que te duela la garganta, aparte de consumir kWh en exceso. En fin, esta pequeña anécdota, como decían aquéllos, no es más que otro ladrillo en el muro.
12 comentarios:
Con 24º C se moría de frío ?. Me parece a mí que su problema es que padece de dislexia térmica....
Ese fenómeno de tener frío tiene que estar relacionado con los problemas circulatorios que sufren muchas mujeres. Por eso, siempre tienen las manos, los pies y las nalgas frías.
Menos mal que estamos nosotros para calentarlas....
Bueno, seguro que era una exageración. Pero también es exagerar pretender que 26º es un calor insoportable.
Y, entre una y otra opción (24 ó 26), la segunda ahorra energía, dinero y catarros.
Por supuesto, si introducimos el factor del "calor humano", la cosa cambia.
Es seguro que elevaron la temperatura de la casa solamente con el calor de la disputa.
Tenemos un Gobierno la mar de original. Se plagian hasta a sí mismos. No hay más que ver la última de la Chacón.
Además parece (nótese la generosidad) que en lugar de funcionar pensando: "Hay una necesidad, veamos como podemos cubrirla", lo suyo es: "Tenemos pasta, a ver que se nos ocurre para malgastarla".
No hay mal(gastar) que por bien(estar) no venga.
Hay que vender sueños, engañar al electorado. Lo malo es que sus mentiras son las viejas mentiras de siempre.
Ahora habrá que ver si las nuevas generaciones repiten la historia.
¿Engañar a las nuevas generaciones?
¿Esas generaciones educadas tanto en el conocimiento intelectual como en el desarrollo de conciencias críticas capaces de analizar su entorno y obrar en consecuencia?
Gracias a dios (al Dios del progreso, claro, que el otro es una ficción de las mentes enfermas) muchos jóvenes son antifascistas-idealistas-ecologistas-antiglobalizadores superchulis.
Por ejemplo el de ERC del otro día que puso en su sitio a la escoria reaccionaria de los peperros de Catalunya UNA, GRANDE y LIBRE.
Ciertamente, como tan acertadamente ha apuntado alguna de nuestras ministras, es una suerte que dispongamos de tales fuerzas de choque, estooooooo... juventud concienciada, que enseñen convivencia a los fachas peperos.
Lo importante, en definitiva, no es que la temperatura de hogares y empresas esté en tantos o cuantos grados cuanto que la temperatura política se mantenga elevada gracias a los elevados ideales de los jóvenes radicales.
Un interesante debate el de la temperatura del hogar dulce hogar. Que duda cabe que las recomendaciones generalistas acerca de un dato tan subjetivo como es el frío y/o calor del hogar propio no dejan de ser una memez más. Pero no hay que perder la oportunidad de hacer un anuncio en el que se indique que es una recomendación del "gobierno de España", ese nuevo concepto recien recobrado desde las filas de la progresía, que habían visto como les era hurtado impunenmente desde la derecha más rancia que lo había hecho suyo, adulterándolo y restandole todos esos matices tan necesarios.
Abrazos
En efecto, Lebeche, yo también creo que de lo que se trata es de poner anuncios que acaben con lo de "Gobierno de España".
Aunque tales anuncios traten, que sé yo, de las últimas investigaciones del CSIC en el campo del genoma del mejillón tropical.
Otro abrazo.
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