miércoles, octubre 04, 2006

El noventa y pico por ciento

Es muy curioso como cuando uno pretende situarse dentro de una minoría selecta tiende a hablar de que forma parte de un 5, un 2 o un 7%, o, dicho de otra forma: que NO forma parte del 90 o 90 y pico por ciento de gente, de vulgo, de masa amorfa e indistinguible de nulidades.

Rara vez reconoce alguien que se presuma excelente el sentirse confortable dentro del mayor número.

Esta visión excluyente de la excelencia debe ser superada. No somos un número, ni un porcentaje. En actos únicos, decididos individualmente (o conjunto limitado de actos integrados), podremos formar parte de un grupo ponderable. Casi nunca sucederá esto conforme penetremos el comportamiento humano, por la cada vez mayor dificultad de agrupación conforme se suman actos. De lo que no escaparemos es de la condición humana, desde luego. Pero nuestra diversidad es suficiente (tanto entre nosotros como dentro de cada uno) para no dividir dicotomicamente la sociedad humana en dos grandes categorías contrapuestas de sabios y necios, de justos e injustos, de ricos y pobres, afortunados y desafortunados, capaces e incapaces, y un largo etcétera de valoraciones.

Yo pertenezco al noventa y pico por ciento. ¿Y tú?.

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