viernes, enero 19, 2007

Vago

Vago es una palabra muy socorrida. Nos viene al pelo para "definir" a alguien que no arrima el hombro, y gran parte de la evolución social humana se puede explicar como la lucha entre los que colaboran y los que, violenta o taimadamente, se escaquean.
Pero vago es una palabra muy vaga. Ciertamente no explica en profundidad las actitudes y comportamientos de las personas. No se puede definir, no al menos de forma exacta, a alguien como un vago.

El ocio, como contrapartida del negocio, es el oscuro objeto de deseo de todo hombre (o mujer). Queremos disponer de nuestro tiempo para elegir la actividad que creemos más nos conviene o gusta. Esa natural aspiración al ocio debe sin embargo ser justificada. Uno ha de aspirar a hacer cosas, a ser alguien, a representar un papel, a emprender y desarrollar diversas actividades con sentido. La disolución que supone no hacer nada, no ser nada, es el preludio del caos, y contribuye a la destrucción y al consumo y no a la creación y la inversión. La sociedad lo debe todo a estas últimas, así que el ocio sibarita está mal visto. Quien dedica el tiempo solamente a entretenerse con juegos y solazarse en placeres es fácil y rápidamente calificado de frívolo y sucio.

Ser un vago, dedicarse a ocupaciones vagas, divagar, es feo, es malo, es apostar por el caos. La pereza es la madre de todos los vicios, de todas las decadencias amigas de la entropía universal.
Sin embargo divagar no es algo tan improductivo, bien pensado.

Lo que sucede es que quien puede sacar un fruto de la divagación tiene que haber acumulado previamente numerosos patrones, esto es, conocimientos y habilidades. Cuando llega la hora de divagar la mente del ilustrado y/o preparado conecta conocimientos hasta entonces separados y crea nuevos paradigmas.

No vayáis a pensar que he estado vagueando. Aunque puede que a partir de ahora lo haga, incluso si de ello no saco algo productivo.

5 comentarios:

Lebeche dijo...

Me alegra que hayas decidido volver a escribir pero sobre todo que todos tus males hayan quedado en "pecata minuta".

Yo siempre he dicho, ya lo sabes, que el aburrimiento no tiene límites... siempre puedes aburrirte aún más.

Un abrazo

Anónimo dijo...

QUe sepas que si se puede hacer una definición concreta de "vago": vago soy yo. JAJAJAJAJA

Me alegro de "verte" y poder saludarte.

Saludos a los dos.

Germánico dijo...

E-festivamente estoy de vuelta.

Me alegra saludar a este par de amables vagos desde la indolencia.

Peggy dijo...

Bueno hay epocas de introspeccion y otras de actividad , Bien venido:)

Germánico dijo...

Y hay épocas de miedo y sufrimiento. Afortunadamente cuando pasan el placer es doble.

Me es muy grato tenerte de nuevo por aquí.