martes, septiembre 26, 2006

Rodilla pasado por el rodillo

Hay un Rodilla en el pueblo de al lado. Bueno, más que pueblo es una ciudad, en constante crecimiento, llena de centros comerciales y coches pitando, y ahora los organismos públicos correspondientes han decidido remodelarla, convirtiendo una calle otrora Paseo con Bulevar, lugar de mercadillo, en una vía rápida con túnel subterráneo. Para ello han llenado todo de vallas y máquinas excavadoras y, cómo no, han cortado la calle en ambos sentidos, imposibilitando el tráfico en aras de una mejora futura del mismo.

El Rodilla no hace mucho que se instaló precisamente en esa calle ahora cortada. El otro día fui a él para recoger un pedido. Tuve que aparcar a cierta distancia y caminar a pie un trecho. La mujer que me atendió tenía un gesto triste y cansado (o eso me pareció).

Ya me había dado mi pedido y estaba yo pagándolo cuando me dio por decirle: "Supongo que la obra os perjudicará un poquito ¿no?".

"Pues la verdad es que si" -respondió la mujer-"En agosto no ha venido prácticamente nadie y habremos perdido 1 millón de pesetas".

Sorprendido pregunté: "¿Y esto que es?...¿una franquicia?".

"Si". Me dijo.

En ese momento me di cuenta de que lo más probable sería que estuviera hablando con la persona que montó el negocio. Seguramente no podía permitirse pagar empleados y tenía que atender ella misma.

"¿Y cuanto tiempo se supone que va a durar la obra?". Pregunté, ansioso por saber por cuanto tiempo tendrían que apretarse el cinturón.

"Unos dos años" -dijo.

Una auténtica sentencia de muerte, ciertamente.

11 comentarios:

Ijon Tichy dijo...

Hummmmmm.

Me parece que ese pueblo es uno de los que citó Dª Esperanza hace unos días: gobernado por el PP pero con destacatados vecinos socialistas (uno de ellos, muy destacado).

Si es así, había un bareto a unos 100 metros del Rodilla que no aguantó las obras y cerró.

Sentencia de muerte, efectivamente. Una pena, había buen ambientillo en los partidos de Champions...

Germánico dijo...

Para serte sincero no tengo ni idea de quien gobierna en estos momentos su Ayuntamiento. Mi ignorancia va de hecho mucho más allá, pues no sé que organismos públicos han planificado la obra en cuestión.

Aunque lo del bar de al lado es muy posible. Hay unos cuantos por sus alrededores, y Restaurantes también. No les auguro un futuro de vino y rosas a ninguno de ellos.

Una pena.

La apisonadora estatal pasa por encima de las iniciativas individuales en todo tiempo y lugar.

Germánico dijo...

¿No serás vecino de la zona?

Ijon Tichy dijo...

Era vecino, hasta que nos cansamos de tener que elegir entre el atasco y la huelga (oficial o fraudulenta) del transporte público.

La obra que citas (si no me equivoco) es municipal. Uno de esos casos en que no entiendes si dedican el dinero público a eso porque les sobra y no se les ocurre nada mejor. El bulevar permitía el paseo peatonal y el tráfico (a la hora en que yo podía ir por allí, por la noche o en fin de semana) no era un problema grave.

Por no hablar, efectivamente, de la duración de la obra. Otro negocio que conocía y cerró a los pocos meses era una tintorería.

A veces el bien común perjudica a unos pocos. Lo sangrante ocurre en casos como éste donde se perjudica a algunos a costa de un bien común dudoso y un mal común (gasto público inútil) seguro.

Peggy dijo...

El sufrimiento de las obras es una practica muy habitual , Aqui en madrid Capital , el tema como sabeis es catastrofico .Tanto los comerciantes , como los ciudadanos somos meros peones del utilitarismo del ayuntammiento .Conozco gente que no duerme por las obras de la m30 , y comerciantes que en zonas de obras efectivamente cierran .....es la teoria del bien comun

Germánico dijo...

No sé, Ijon, si hablamos del mismo lugar, pero sin duda así lo parece. ¿Cuanto se parecen entre sí los pueblos de las afueras de Madrid?. ¿Cuantos tienen un Rodilla en medio de una obra?. Como dice el anuncio de Rodilla:

"Rodilla ¿y?....¿y?". Quizá solo tengamos un caso.

Lo de las huelgas de cercanías era, en efecto, para huir. Pero siempre podrías haber pillado el bus. Eso es lo que hace mi mujer.

Creo que has señalado el punto clave: la importancia de la obra. Esa calle que dices no necesitaba la obra. Pero los negocios que hay en ella eran (los que eran) y son (los que aún son) más necesarios para sus propietarios.

El caso de Madrid capital, Peggy, es paradigmático. Gallardón sustituirá a los Faraones en la Historia en un aspecto relevante:

En el futuro no se hablará de Obras Faraónicas, sino de Obras Gallardonianas.

Lebeche dijo...

Jajajajaja. Me ha hecho gracia lo obras Gallardónicas. Lo que hay que reconocer es que el tío los tiene bien puestos.

Yo huy de Madrid antes de que Gallardón ocupara la alcaldía y a pesar de vivir alejado, sin obras de ningún tipo que afecten mi tranquila existencia, me cago en su puta madre cada vez que vuelvo de visita.

Ya le puede quedar la M30 como la piramede de Gizeh...

Germánico dijo...

A lo mejor le pasa lo que a los Faraones: que su obra es su tumba.

Hecha la obra Gallardoniana Gallardón es enterrado con honores en las Urnas.

Claro que con la alternativa que hay, también le pasará lo que a los Faraones: entrará en la eternidad.

Ijon Tichy dijo...

"con la alternativa que hay"

¿Hay alternativa?

!Tú sabes algo!, Cuenta, cuenta...
:-)

Venga, ya en serio, yo rompo una lanza, bueno media, por Gallardón y sus obras.

No por todas y a barullo, claro.

Lo de la M-30 en los alrededores del Manzanares era un caos procedente de sucesivas chapuzas y parches desarrollados a lo largo de muchos años sin que ninguna administración se decidiera a coger el toro por los cuernos.

No sé si el arreglo saldrá bien, pero le doy un voto de confianza, porque si así resulta, será una contribución indudable al bien común. Incluyendo aquí a los vecinos de la zona, ya que después de algún tiempo de innegables incomodidades podrán disfrutar de jardines donde ahora tienen tráfico y humos.

Claro que hacerlo todo a la vez, sin planificación, sin alternativas y con otras actuaciones de utilidad dudosa... (por eso solo media lanza).

Lo sangrante, como decíamos, son los casos de obras públicas que nadie necesita. Como el túnel ya famoso.

Pd. Con los buses la combinación que teníamos era muy mala. Así que, al contrario que Canterano (y mucha otra gente), hemos huido hacia el centro. Tenemos que aguantar obras, pero podemos ir andando al trabajo.

Lebeche dijo...

Hola Ijon:

Yo vuelvo a Madrid regularmente para ver a las familias. No me importa volver. Todo me resulta familiar y, al fin y al cabo, Madrid sólo te mata en el día a día, yo cuando voy suelo difrutarlo. Imagino a los sufridos currantes metidos en ese rally que es la M-30 a las 7 de la mañana y no me viene a la mente nada más que estrés y mala ostia chutadas directamente en vena.

Yo tengo un truquito con mi mujer que nunca falla. Cuando le entra la morriña y empiza con locuras del tipo hija prodiga retornando al hogar... toca viaje de fin de semana con el inmejorable plan de meternos un Sabado a las siete de la tarde por la zona de Goya... a hacer unas compritas y a respirar ese humillo magnifico tan propio de Madrid... Esa misma noche ya se le han ido todas las tontunas de golpe. ¿Qué no tendrá Madrid que no se pueda disfrutar en apenas unas horas?.

Y eso que en toda mi vida independiente en Madrid, unos 10 años, he vivido alquilado y he ido cambiando de vivienda en función del lugar de trabajo. Las mudanzas son un coñazo pero es peor levantarte todos los días dos horas antes en previsión del atasco seguro. Ya sé que hay quien prefiere vivir puteado a 40 kilometros de su lugar de trabajo antes que "tirar" el dinero en un alquiler, pero yo prefiero la calidad de vida. Excentricidades que uno tiene. Quizás por eso me fui.

En fin... que Gallardón tiene las pelotas como el caballo de Espartero porque tiene que tener una enorme cantidad de votantes cabreados que le recuerdan todas cada una de las mañanas hasta el fin de sus gallardónicas obras.

Un saludo

Ijon Tichy dijo...

Hola Canterano,

Efectivamente, yo también creo que calidad de vida es no dedicar un montón de tiempo al día en desplazarte al trabajo, pero resulta que (para bien o para mal) trabajamos los dos en el centro de Madrid. Toquemos madera, pero somos de los pocos afortunados aun no trasladados a un erial incomunicado disfrazado de polígono industrial.

Por eso, nos decidimos y buscamos un sitio desde el que cada uno puede ir a currar andando (o en un corto recorrido en transporte público).

De momento, así estamos.

A ver que pasa en las municipales. Me parece que salvo que le fallen los plazos de las inauguraciones, Gallardón repite.

Saludos cordiales.