miércoles, diciembre 05, 2007

Triste, pero bello


Agridulce post del Coronel.


El movimiento del fuego es una danza de la materia que desaparece, transmutada en volátil plasma. Uno imagina que algún fuego alimentó ese hermoso cuerpo ahora tendido inerte, y que lo abandonó al morir, sin extinguirse. Pero la combustión requiere un combustible, y el alma requiere un cuerpo.¿No es inmensa y profundamente doloroso constatarlo cuando nuestro amor yace muerto?.

13 comentarios:

Ijon Tichy dijo...

Buuf. Tanto este post como el del coronel, me resultan más "agris" que dulces.

Anónimo dijo...

Precioso blog el del coronel, y bellos posts los de ambos.

Por suerte hace mucho que no sufro de amores. ¿o no?.

(Buen puente)

Juan Pablo dijo...

entre tu post y la prosa del coronel me han quemao!

Muy interesante/lindo.


Saludos Gérman.

Kurtz dijo...

Gracias por este inesperado honor. Ya te contesté en mi blog
Un abrazo

Laura Otermin dijo...

Creo que la llamita existe en tu propio amor extinguido, es pura energía, aunque no la veamos. Un beso

Germánico dijo...

Si Ijon, bastante agrio, pero dulce si solo se lee y no se vive.

Jinete, espero que no sufras de amores por siempre jamás. Por cierto, te mandé un email a tu dirección de wanadoo (la que me diste en el otro blog). Buen finder.

Pradero, no te quemes, acércate a la lumbre y a la luz.

Coronel, el honor es cosa de militares...jejejeje

Laura, bienvenida. La energía de un amor muerto le quema a uno por dentro....ay

Anónimo dijo...

Buen día.

Germanico, ese correo hace tiempo que lo tengo olvidado. Creo que ya ni exista.

Estoy buscando una dirección de e-mail por tu perfil o por la web,para mandarte la mía, pero no lo encuentro.

Anónimo dijo...

Para el desamor, digamos que yo tenía un kit básico:

Leonard Cohen, Tom Waits, Enrique Urquijo, Boleros, Adagios, y todo tipo de música triste, ..., un poemario de Quevedo (ese del "polvo enamorado"), mucha ginebra, mucho tabaco, y por supuesto, papel y boli, pues lo poco que he escrito ha sido en esos momentos de "sublime melancolía", jejeje.

Germánico dijo...

Si es así mejor no escribir nada, Jinete....¡excepto a alguno de mis emails!:

nomotheta@gmail.com

imperio.de.la.ley@gmail.com

socratico@terra.es

Gabriel Antón dijo...

hola, soy un fan de vuestro blog, hasta el punto de haberlo leído por móvil alguna noche de insomnio estando de viaje...

alguna vez había posteado aquí con el nick de "soyonosoy".

Os he puesto vínculo en el mío, espero no os moleste. Si es así lo quitaría. Os invito a pasaros.

Un saludo

Gabriel Antón dijo...

muy bonito el post. acabo de leer un libro de kabawata que se llama "lo bello y lo triste"

Germánico dijo...

Hola Gabriel, no sabía que también fueras el ilustre soyonosoy. Un buen día desapareciste y creí que no sabría más de ti. Me alegro que estés de vuelta (desde los comentarios a los post de Ijon Tichy), y espero que todo vaya bien.

El libro y el autor que mencionas no los conozco, aunque el título promete una obra que le haga honor.

Un abrazo

Gabriel Antón dijo...

ok, me alegro que me recuerdes, y gracias por linkar.

Yasunari Kawabata fue un premio Nobel japonés que acabó suicidándose. Pertenece a esos poquísimos escritores que pueden recomendarse sin reservas como indiscutible maestro.

Para descubrirlo, sobre todo recomiendo "La Casa de las Bellas Durmientes", una historia desgarradora. Por cierto fue la que sirvió a García-Márquez de inspiración para sus "putas tristes".